A medida que las fronteras se van abriendo, especialmente las europeas, y las aerolíneas y cadenas hoteleras reinician sus operaciones de forma paulatina, las empresas incrementan los niveles de optimismo en lo que a la recuperación de los viajes de negocio se refiere. Especialmente en el ámbito de los desplazamientos locales. Así lo refleja una nueva oleada de la encuesta que la Global Business Travel Association (GBTA), de la que IBTA forma parte, viene realizando desde el inicio de la pandemia del COVID-19.
Según esta octava oleada de la encuesta, el 49% de las empresas espera reanudar los viajes de negocio de ámbito local en los próximos 3 meses. Incluso un 22% planea reanudar todos sus viajes en los próximos 90 días. Además, el informe constata un leve aumento de las compañías que permiten ya algunos viajes esenciales (44% respecto al 37% de la encuesta de hace un mes).
La recuperación de los proveedores
Los proveedores de servicios relacionados con el Business Travel también muestran cierto optimismo tras haber experimentado un aumento de las reservas. El 46% de los proveedores de viajes y TMC confirman que sus reservas se han incrementado en las últimas semanas, si bien 1 de cada 4 afirma que sus reservas no han aumentado.
El estado de ánimo entre los proveedores respecto a la recuperación del sector está mejorando con el paso de las semanas. El 40% afirman sentirse más optimistas que en pasadas semanas (en comparación con el 28% de la encuesta anterior). La mitad (50%) siente lo mismo y solo el 10% se siente más pesimista.
Todos los actores de la industria del viaje de negocios afirman que los protocolos y las medidas de seguridad son factores críticos para la recuperación. Casi todas las empresas consideran que los protocolos ante el COVID-19 son importantes para aerolíneas (96%), hoteles (96%), RaC (93%), transporte compartido (93%), taxi (92%), y reuniones y eventos (91%).
Por otro lado, la gran mayoría de los encuestados afirma que el sector Business Travel ya ha pasado lo peor en cuanto a vuelos cancelados (86%), suspensión de operaciones hoteleras (78%), regulaciones de empleo (52%) e impacto en los ingresos (47%). Sin embargo, 1 de cada 3 opina que lo peor está todavía por llegar en términos de regulaciones de empleo (31%) y pérdida de ingresos (34%).
